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Día mundial del “Medio Ambiente”.

Difundir el amor

Dice la ONU: “ El Día Mundial del Medio Ambiente es uno de los principales vehículos que las Naciones Unidas utilizan para fomentar la sensibilización mundial sobre el medio ambiente y promover la atención y acción política al respecto.”

El 5 de junio se celebra mundialmente el día del “ Medio Ambiente ”, está claro cuál es el peso de este tema sobre todo desde el punto de vista del marketing socio-político y lo que también paralelamente está claro es cuál es el rol de la sociedad con respecto de este tema. Los países desarrollados en los últimos tiempos han dedicado todo su esfuerzo a solucionar problemas ambientales propios y ajenos aportando recursos para la remediación destinados a organismos idóneos que desarrollan sistemas de alerta y corrección. Este hecho pone a disposición de países en vías de desarrollo inmejorables oportunidades sobre todo desde el punto de vista financiero para abordar las problemáticas locales.

Es tiempo de acciones e inversiones en la mitigación y por sobre todas las cosas en la educación entendiendo este tópico como una imperiosa necesidad que incluye todos los estratos sociales desde los más humildes y no informados hasta las más altas esferas gerenciales de gobierno y comunitarias.

La etapa de la Gestión Ambiental debe encararse con énfasis en la realización de actividades concretas para mitigar situaciones de conflicto ambiental o para impedirlas, con la implementación y puesta en funcionamiento de organismos técnicos y de control capaces de manejar realmente las situaciones de conflictos, asesorando o auditando.

Para esto hace falta dar un/unos paso/s adelante en relación al compromiso de conservación y protección ambientales que debe explícitamente aceptarse y trabajar políticamente, socialmente y económicamente para implementarlos.

Es tiempo de asignar con inteligencia los recursos disponibles y evitar la pérdida de tiempo al no tomar la iniciativa en la corrección y en la prevención (educación) en los casos necesarios, es una deuda que nuestra sociedad actual deberá pagar a la futura, que por ahora no tiene responsabilidad siendo una convidada de piedra.

La responsabilidad en la prevención y remediación recae, por una parte, en los técnicos que conocen la problemática para persuadir al poder político y/o gerencial (gobiernos y comunidades), sobre las medidas concretas que son necesarias e impostergables y por otra parte, son responsables también los organismos gubernamentales y los no gubernamentales con incumbencia.

En los temas ambientales, quienes más conocen son quienes poseen mayor carga de responsabilidad. Quienes verdaderamente conocen, aunque más no sea alguna parte disciplinar de todas las que concurren y convergen sobre problemas y soluciones ambientales deben asumir sus limitaciones y abrir su espíritu hacia la complejidad y multidisciplinariedad.

Algunos hechos requieren urgente atención para propender al crecimiento y desarrollo de la humanidad a través del crecimiento de las actividades productivas, que siempre conllevan dificultades ambientales por el uso no racional de los recursos naturales y por desatención a los desechos que se generan como consecuencia de esa actividad.

Rescato en este acto algo que resulta obvio y que lo sintetiza en su obra “ La Excelencia: La Nueva Competencia ”, el Lic. Miguel Angel Cornejo y Rosado cuando dice: “ El gran abastecedor de recursos para enfrentar la nueva competencia y tener posibilidades de sobrevivir en el siglo XXI está precisamente en las Universidades ”.

Es una aspiración que se inicie un cambio de actitud, en este tiempo como un break point, que irradie desde cada uno de nosotros hacia el prójimo tratando que los temas del Gerenciamiento Ambiental constituyan una necesidad indígena y el compromiso, cierta vehemencia y audacia nos sea menester, como diría Ortega y Gasset.

“Nuestro sistema solar es un punto en el cosmos; en ese punto es un simple detalle el planeta que habitamos; en ese detalle la vida es un transitorio equilibrio químico de la superficie; entre las complicaciones de ese equilibrio viviente la especie humana data de un período brevísimo” José Ingenieros.

El desarrollo sustentable o perdurable o como se quiera llamar la actividad que tiene en cuenta la administración racional de las transformaciones físico-químicas y biológicas, parte de comprender que nuestro mundo es finito, que somos parte de él y que debemos aprender a servirnos de su contenido manteniendo la posibilidad de que las generaciones futuras, a pesar de los cambios, también lo hagan.