La remake de “Bewitched”, a cargo de Nicole Kidman ejercitando su magia y desplegando su encanto sobre el común de los mortales (Will Farrell ) nos recuerda la importancia del encanto femenino cuando se lo utiliza para atrapar incautos. ¿ La música ? Obviamente.. la misma música que acompañaba a la original Samantha. Frank Sinatra interpretando Witchcraft ( Those fingers in my hear..). Mas de cincuenta años transcurridos desde aquella serie en blanco y negro. La Voz sigue siendo inspirando al amor entre un mortal y Nicole Kidman.

Isabel Bigellow es el personaje de la bruja que nos muestra de lo que son capaces las mujeres cuando las acciones se hacen por amor. Como corresponde a este tipo de películas, triunfa el amor, mientras la orquesta suena, magnífica, derramando felicidad al aire, mientras la bruja Nicole Kidman sonríe, encantada con la vida ( Bewitched, u know.. u got me in a crush, i love in yours eyes..).  Hasta el perfume que usa parece adivinarse, una mezcla de rosas y canela, con destellos plateados de luna y jazmines aún mojados por el rocío.

Los mortales debemos aprender a cuidarnos de los embrujos que luego traen consecuencias , muchas veces irreversibles. En Patria Argentina sabemos eso. Durante años caímos en los influjos mágicos de la encantadora presidente Kirchner , con la gracia de una actriz ganadora de un premio de la Academia nos hizo olvidar la Realidad moviendo su abundante cabellera Boujolais, haciendo pausas sugestivas, acomodando suavemente los micrófonos con sus manitas enjoyadas.. nos hizo creer que es posible olvidar las consecuencias de los actos, cambiando los resultados de la Realidad.

Con sus pícaras miradas a uno y otro lado, desplegando su magia sobre la audiencia, tuteando a personas desconocidas, atravesó la cuarta pared del televisor emocionándonos con historias de su viudez, algún inconveniente sufrido por algún hijo, cuñado, etc. Hasta la falta de discreción en su dolor privado le perdonamos ante su encanto. Es cierto que no tiene pudor, pero lo disimula con justicialista espontaneidad.

La música, lamentablemente no es de Old Blue Eyes ni de Steve Lawrence sino cumbias de los Wachiturros, mucho bombo y la marchita peronista, tan eterna como desagradable. El perfume, obviamente no es de rosas y rocío, sino un absoluto olor a choripan con el característico olor de la grasa que cae sobre las brasas. La grasa que chorrea. Sin embargo, hasta esos olores disimulamos ante su encanto, magníficamente adornado con doble hilera de perlas, devotamente regalado por el misionero  Maurice Closs, transversalmente radical.

Cristina Kirchner nos muestra de lo que es capaz cuando las acciones se emprenden por amor. Como corresponde a este tipo de relato, triunfa el amor a la Patria Socialista, mientras el coro de aplausos, a cargo de Mechita Marcó del Pont y Débora Giorgi arranca espontaneamente en cada pausa, derramando felicidad al aire. La presidente sonríe, encantada con la vida. Hasta el perfume que usa parece adivinarse, una mezcla de diamantes, platino y oro blanco, con dólares recién contados.

Embrujados, nuestra Realidad cambió sin que nos diéramos cuenta. El mundo nos dio la espalda pero no lo hicieron de malos, fue mas bien .. por respto a lo diferente. El riesgo país trepó por encima de los 1500 puntos, nadie parece atreverse a prestar dinero a un país tan  mágico, eternamente embrujado. La inflación trepa a tazas venezolanas, claro que en Venezuela no tienen la sabiduría de elegir una presidente que encante a las mayorías. Nadie osaría comparar la cinturita de Cristina con el abdomen abultado del Tirano Corticoide. No comprende el mundo que lo que ellos ven como una película de terror es en realidad un encanto, un hechizo de amor, magia blanca.

Con ese encanto se quitaron las jubilaciones a los trabajadores comunes, se quitaron acciones a algunos propietarios de una empresa ( YPF ) , las empresas estatales de transporte matan a decenas de viajeros hechizados que se dirigen a trabajar, los perros del Régimen  olfatean dólares comprados por esclavos argentinos en cuevas marginales.

Pero si los habitantes de Patria Argentina disfrutan encantados del encanto de su presidente y aplauden cada vez que cae un derecho individual, los más encantados son los Jueces de la Suprema Corte de Justicia de Patria Argentina. No resisten al encanto de sus destellos rojo de Burdeos y convalidan todas las vejaciones a la República. Es entendible por otra parte. Tamaño encanto es dificil de resistir.

Dentro de ese encanto se comprende como declararon constitucional el saqueo que el Régimen hiciera a los aportes jubilatorios de trabajadores comunes, como declararon constitucional que el Estado posea empresas de transporte asesinas, como declararán constitucional que el Estado se apodere de acciones que tenían dueño, confiscando sin pudor ( YPF ) algo que no les pertenece.

No nos quejemos. El amor tiene su costo. Necesita de sacrificios. Tanto cheque en blanco entregado a cambio de embrujos y encantos, miradas seductoras y silencios de complicidad solo sirvieron para que hayamos asesinado la República Argentina hasta convertirla en este cadáver que se arrastra por el mundo como un paria sin hogar. Esta Patria Argentina que aplaudimos es el resultado del Altruismo, el Bien Común y los derechos sociales. Hemos aniquilado el individualismo, el interés privado y los derechos individuales. Pero no lo hicimos de malos, fue apenas por no saber. Fué hecho como un gesto de amor suicida.