¿ Quien de Ustedes ha visto un dólar ?, fue la frase del Presidente Juan Domingo Perón, ante la muchedumbre expectante, en las postrimerías de su primer mandato, en momentos en los que su programa económico inicial, promotor de la autarquía económica, mostraba ya señales de agotamiento y la inflación carcomía los bolsillos de amplios sectores de la ciudadanía argentina.

La inflación llego durante el peronismo para quedarse entre nosotros y exhibirse como el primer problema económico político y social de todos los gobiernos que le sucedieron, casi sin excepción.

El ciudadano de medianos ingresos encontró en la compra de divisas extranjeras, especialmente el dólar estadounidense, una forma de preservar sus ahorros, a la vez que atesoraba aquellos preciados billetes verdes ante la falta de valor internacional de nuestro Peso.

Mucha agua corrió debajo del puente. La reiteración de devaluaciones, corridas bancarias, ciclos de alta inflación y políticos que actuaban por detrás de los acontecimientos, convirtió al argentino medio en un sobreviviente, que encontraba en el dólar, un salvavidas a la impericia y corrupción oficial que diezmaba sus ahorros.

Las frases famosas, marcaron la historia de las sucesivas estafas de los gobiernos argentinos a sus ciudadanos. A la de Perón que intentaba ningunear al dólar, le sucedieron algunas de triste recuerdo como aquella del ex ministro del Proceso, Lorenzo Sigaut, quien horas antes de una devaluación mayor al treinta por ciento, en 1981, expreso: ” El que apuesta al dólar pierde “.

En los últimos días del mandato del Presidente Raúl Alfonsín, cuando la Argentina se encontraba sumergida en una severa hiperinflación, el entonces Ministro Pugliese reclamo patéticamente:  ” Les hable con el corazón y me respondieron con el bolsillo “. Eran instancias tan severas que la divisa norteamericana subía cada hora, ante la atónita mirada de quienes no supieron, no quisieron o no pudieron salvar el valor de la moneda local.

Mucho ocurrió en la Argentina, claro que si. ” El que puso dólares, recibirá dólares ” exclamo ante la Asamblea Legislativa que lo ungió Presidente, Don Eduardo Duhalde. Claro que no fue así. Todos los recordamos.

En momentos en los que el  ” Modelo ” económico K, muestra su agotamiento y pese a disfrutar casi una década de precios excepcionales de nuestro productos de exportación, al actual gobierno no se le ha ocurrido mejor idea que volver echarle la culpa al dólar de todos nuestros males, y desde luego, como siempre, se ha intentado ” criminalizar ” a quienes intenten comprarlos, estableciendo en la practica un ” corralito verde “, prohibiendo no solo su compra  a la cotización oficial, sino además tratando como delincuentes a quienes acudan al mercado paralelo de divisas, único refugio del ciudadano, ante la elevada inflación que el gobierno niega sistemáticamente.

A todo esto debemos sumarle que nos encontramos en un mundo globalizado. Cualquier ciudadano tiene en su imaginario la posibilidad de viajar al extranjero, de realizar estudios mas allá de nuestras fronteras o de someterse a un tratamiento medico de alta complejidad. Sin mencionar la cantidad de argentinos esparcidos por el mundo y el intercambio que ello, con sus respectivas  familias, significa.

El gobierno K intenta tapar la realidad como si estuviéramos en los cincuenta, pero estamos en el 2012 y sus esfuerzos son vanos. Corren a la gente con los perros, el discurso oficial intenta enfrentar a los ciudadanos de menores recursos con la clase media, en una jugada tendiente a provocar el encono entre argentinos, estrategia que el relato Kirchnerista siempre ha manejado con astucia y desparpajo.

Mientras tanto el Estado sigue estafando a su pueblo con una moneda depreciada, manipulada, abaratada. A cada debacle económica, como hemos visto, se la ha acompañado con alguna frase tristemente celebre y el Kirchnerismo no podía faltar a la cita: ” Tengo dólares porque se me antoja..” Bramo el ex jefe de gabinete K y actual Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado D. Aníbal Fernández, quien además agrego: ” Yo con mi plata hago lo que quiero “. Sin lugar a dudas una exaltación al individualismo, que los K, parece, mantienen incólume cuando de sus bolsillos particulares se trata.

El corralito verde esta instalado. Al ciudadano de ” a pie ” le tienen prohibido comprar dólares en el mercado paralelo y le impiden adquirirlos en el mercado oficial. Mientras tanto la mayoría del Gabinete ha declarado que ahorra en dólares, mientras aconsejan a la población que ” deben pensar en pesos “.

Los K, en plena crisis, realmente… ¿ en que piensan ?. ¿ Para quienes piensan ?. ¿ Con que intenciones ?. y finalmente ¿ Que ejemplo nos brindan ?. Sus respuestas son escasas y poco satisfactorias, pero ellos “con su plata hacen lo que quieren ” ¿ Y nosotros…?